Durante los últimos años la tecnología ha tomado fuerza, día tras día, para poder afrontar nuevos retos en el mercado a nivel mundial, cambiando gran parte de los procesos de las industrias, hasta llegar a la creación de medios electrónicos para la comercialización, venta de bienes y servicios, tal y como lo representa la Facturación Electrónica.
La factura electrónica tiene la misma relevancia y efectos legales que la factura tradicional, la única diferencia es que se expide y recibe electrónicamente, centralizándose dentro de un medio digital, optimizando el espacio, obteniendo mayor control documental, simplificando procesos administrativos, mejoras en el servicio, reducción de costos y lo más importante aportando al cuidado del medio ambiente.
Hoy en día toda organización responsable de facturar lo debe hacer de manera electrónica, según lo establecido por la DIAN, para efectos de control fiscal, lo que permitirá a los entes regulatorios comprobar ingresos y egresos, es un documento clave para la presentación de impuestos.
La representación gráfica de la factura electrónica contiene elementos tales como códigos de barras o bidimensionales establecidos por la Unidad Administrativa Especial Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales-DIAN, para facilitar la verificación ante la entidad por el cliente y las autoridades que por sus funciones lo requieran, los obligados a facturar electrónicamente deberán utilizar formatos que sean de fácil y amplio acceso, garantizando que la factura se pueda leer, copiar, descargar e imprimir de forma gratuita sin tener que acudir a otras fuentes para proveerse de las aplicaciones necesarias para ello. Para ampliar su conocimiento léase el Articulo 616-1 del Estatuto Tributario, Resolución 000042 de mayo 05 de 2020, Articulo 6, numerales 1 y 3, aquí.
https://www.dian.gov.co/normatividad/Normatividad/Resoluci%C3%B3n%20000042%20de%2005-05-2020.pdf